Cuando el paciente experimenta la presión arterial baja que conduce a menor cantidad de transporte de sangre hacia los órganos, la condición se llama como el shock séptico. La propagación de los microorganismos, junto con el daño tisular y el inicio del fallo orgánico puede agravar la situación y el paciente tiene de 40 a 60% de posibilidades de muerte. Si los pacientes no tienen enfermedad de base, las posibilidades de muerte son sólo el 5%.
Muchos gérmenes son bastante inocuos para el cuerpo humano si permanecen en la superficie o la piel del cuerpo. Ellos son beneficiosas para el cuerpo en algunos casos. Pero si entran en el torrente sanguíneo, pueden imponer seria amenaza para el cuerpo mediante el desarrollo de la infección. Cuando entran en el torrente sanguíneo, se multiplican y causan una infección grave hasta que el cuerpo es inmune o sistema de defensa propia contra y los matan.
La penetración de estos gérmenes o microorganismos en el torrente sanguíneo que ocurre cuando cualquier otra infección en cualquier parte del cuerpo actúa como un punto de entrada para los gérmenes. En otros casos, inadecuados procedimientos quirúrgicos, un cuchillo u otras heridas pueden llegar a ser un camino hacia la infección.